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Asalto a la luna , primera parte,

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Yo me enamoraba frecuentemente de ella, la recordaba con esa sonrisa taciturna, quizá un tanto apagada por los dilemas de la vida, Ella era un tanto callada y silenciosa cuando debía serlo. Yo, por el contrario, era un tanto más hablador, no callaba nada, quería contarle todo como una forma de decirle… ¡te quiero!   Los días pasaron sin que me diera cuenta y sin querer que eso pasara. Ella vivía intensamente sin gustarle demasiado el futuro. ¡Vive ahora...! me repetía constantemente. Yo aún guardaba  esas inmensas ganas de seguir viajando al sur, mientras que ella hacía lo que le dictaba la conciencia.   Nos conocimos una tarde en la terminal de autobuses, no obstante, su eterna seriedad impidió que viera en ella a la persona que amaría en el futuro. Ambos sabíamos poco o nada de la vida… pero quizá, en ese momento,  nos faltó un poco de fe en las coincidencias del destino… ¿Cómo pensar que podría quererla cuando el primer saludo fue seco, pausado y taciturno?   Y la vida

esa noche

a veces... tan solo a veces tomo decisiones inesperadas. Salto al vacío con plena confianza para sentir más paz de la que realmente necesito. Me dejo entregar entre páginas vírgenes y dejo que el lápiz se deslice para dibujar su rostro. Pienso en ella...  sigo pensando en ella una y otra vez mientras el tiempo congela una tonta sonrisa en mi rostro. Es de tarde y sigo pensandola. Cada recuerdo ilumina ese basto espacio que su ausencia dejó en mi cuarto. Hay una foto colgada y una carta de despedida que aún no termino de redactar. El pasillo se impregna de ese intenso olor a incienso que no deja de quemarse a lo lejos. Camino y sigo caminando en una espiral que me lleva nuevamente a su mirada. Pienso salir a buscarla en fronteras desconocidas, en ciudades ajenas y montañas lejanas. Ir más allá de donde mi consciencia llegó alguna vez para gritarle que alguna vez la amé, que ahora quizá la amo o que seguramente la amaré. Se sigue haciendo de noche y el frío se intensifica tanto cómo
Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com Tomó un tren inesperado a una hora inadecuada. Se halló solo, varado entre incuantificables almas ajenas tratando de encontrar alguna familiar, buscó un rostro conocido que al fin de cuentas nunca llegó,. Se sentó a leer un libro que no era suyo y de pronto, se halló extraviado entre los relatos que algún escritor vivió . Se hizo de tarde, cerro los ojos, pensó poco y terminó por dejarse llevar por la incertidumbre que inundaba el momento. Un paso después del otro, una cuadra tras otra terminaron sumando un recorrido incoherente. Estaba perdido en una ciudad familiarmente desconocida A lo lejos habían risas, almas felices entre los rostros apurados que marchaban hacia algún lugar. Y el… seguía despreocupado como le dictaba la vida. Quizá, y tan solo quizá esa táctica vagabunda la había aprendido al pisar estas tierras. Pareciera que… tal vez, la aprendió para no añorar a la que un día se negó a despedirlo. Siguió perdido, sigui

Abril

Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com Ha pasado un año desde entonces y aún sigo con las mismas interrogantes, autocuestionamientos y culpabilidad. He hecho un sin fin de cosas para buscar su perdón y sobre todo mi perdón dentro de un ambiente de incertidumbre y negatividad. A estas horas hace un año, inició la trágica narrativa de un suceso que cambiaria el destino de mis ideas y planes. Creo que al final todo mi mundo cambió y con ello la perspectiva que tenía de como debería vivirlo.  Todo lo que añore y busque durante tanto tiempo perdieron por completo su significado. Ahora sigo caminando, tratando de encontrar un rumbo de esperanza y fe en medio de este inospito ambiente de actos e ideas. Me he alejado tanto del que alguna vez soñé ser... que cada mañana me levanto sin reconocer mi rostro y en lo que me he convertido. Su recuerdo aun sigue presente como las penas que rodearon todo ese entornó oscuro. Esos días que se convirtieron en penumbrosas, amargas y eternas noches reg

Siento sin sentir

Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com siento que he perdido algo.  Algo... que como todo, no era mio. Varios años han pasado. Uno detrás del otro sin que se percate de los días transcurridos. La vida se abstiene de regalarte un pedazo de cielo y alma. De esa forma se vive cuando se pierde algo irreemplazable.   Aun recuerda su expresión aquella noche, esa inigualable noche con una luna robada. Ella tenía una pequeña sonrisa, esa que se vislumbraba tras la sombra de sus dedos acariciando la flama. Lo miraba de reojo... El por el contrario la observaba vaga y profundamente tratando de disimular. Como podría..? si esos ojos parecían hablar sin discreción como gritando él era parte de ella. 

Carta para un hijo que no tendré

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Soñé con él hace algunos días... a sus 7 años corría tras un balón de fútbol al igual que nosotros. Lleno de alegría, de entusiasmo, de euforia... y de tantos sueños que fueron asesinadas cuando lo mataron a él. Dicen... los que siempre hablan de cosas absurdas, que en algo andaba. que a las personas las matan porque hicieron cosas, que la gente decente vive tranquila y forma un hogar, que las malas decisiones las toman por convicción propia y que la vida tarde o temprano te cobra las deudas. Las mentes simples olvidan la simplicidad a la que se apela por el dolor ajeno, olvidan que era hijo y hermano y padre de alguien, que era ante todo un ser humano. que como cualquier persona, de niño añoro un futuro mejor... y que sus decisiones no fueron más que las únicas alternativas que la vida le ofreció Es fácil deliberar cuando te regalaron todas las oportunidades que pediste...  sin mayor esfuerzo más que hacer las cosas que la rutina te exigía. Lo recuerdo de tantas maneras, c

No soy de aquí ni soy de allá

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Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com para no olvidar