Se Marcharía Al Llegr La Mañana
Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com
Él regreso cada noche al mismo lugar. Ella volvió a su hogar sin decir nada. A él solo le queda una foto que ve todas las noches. Ella cruzo montañas lagos y valles tan solo para planificar que regresaria el siguiente año. Él la espero diariamente... hora tras horas él cerraba los ojos para tenerla mas cerca mientras que guardaba sobre su alma aquella esperanza que se alimentaba de recuerdos.
Y llego ese día.... Ella regreso pero él ya no estaba. Se había machado con el corazón partido para buscar un futuro en un lugar lejano.
Ella encontró entonces motivos para olvidarlo. Él consiguió tan solo una dirección a la cual mando cartas que por ironía nunca llegaron. Se fueron tan lejos que dejaron de buscarse. Dejaron que el tiempo decidiera el momento y el lugar...
Él solo sabe que esa mañana... Al marcharse ella tambien se llevo su mirada. Él después de dos años sigue buscando el sendero que perdió al dejar su vista en la mujer que amaba.
Ahora es de tarde. Se han cumplido dos años desde entonces. Sigue siendo agosto y él se sienta a observar otro atardecer para honrar su recuerdo. Llueve a los lejos y una brisa fría golpea sus sentidos. Parece entonces que el destino bromeaba al unir a dos personas tan solo para separarlas.
Él nació para amarla y ahora solo tiene aquella despedida... Siempre hay un mañana y para su pesar siguen pasando los días sin volver a encontrarla.
Han transcurrido mas años y de pronto al voltear la vista la puede reconocer en un abandonado café.
Ahora que es lo que tiene sentido...? Tendría acaso que ser otro encuentro casual...? Tendrían que olvidar lo que no se formaría jamás...?
Mentiría si no hubiera esperado ese momento....
Se marcharía al llegar la mañana. |
Esta es una historia que no debería ser contada o recordada para evitar sufrimiento. Pero su inmortalidad radica ironicamente en el vacio que ella dejo en él... ese inmenso dolor es tan solo un reflejo opaco de la conexión que surgió entre aquellos seres que se conocieron una mañana de agosto.
Fue en el occidente de la Guatemala de la asunción. En un pequeño pueblo llamado Quetzaltenango. Ahí, él perdió por ella su consciencia pero gano mil razones para buscarla. Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero aun continua sin olvidarla.
En aquel lugar él dejo su corazón hace dos años.
Eran las cinco de la tarde de un jueves agotador..... Llovía poco. Típicamente lo casual para una tarde de agosto. Él era de un mundo completamente ajeno al de ella. La tarde era fría y su rostro era iluminado por aquel rayo de sol que se apagaba tras las montañas. Él con el corazón varado y la ilusión en el pecho. Ella con sus ojos profundos desaparecía toda realidad ajena a ese momento. Él no paraba de verla, analizaba minuciosamente cada detalle para no olvidarla. Ella borraba con su rostro aquella verdad intangible... Él deslizaba lentamente su mano sobre su rostro. Ella permitía que las gotas de lluvia pasaran entre ambos como queriendo aclarar que habrían de esperarse por mas tiempo. Él se acercaba tímidamente con todos sus secretos. Ella se acurrucaba sobre su pecho para escuchar el latido que desde ahora seria suyo. Él bajo la luna le decía cosas que a ella le costaban entender. Ella soñaba una realidad inesperada e inalcanzable para ese entonces. Él no deseaba soltarla porque sabia que no la volvería a tener. Ella solo sonreía mientras que sus pasos la alejaban de ese encuentro que hasta ahora seria inolvidable.
Fue en el occidente de la Guatemala de la asunción. En un pequeño pueblo llamado Quetzaltenango. Ahí, él perdió por ella su consciencia pero gano mil razones para buscarla. Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero aun continua sin olvidarla.
En aquel lugar él dejo su corazón hace dos años.
Eran las cinco de la tarde de un jueves agotador..... Llovía poco. Típicamente lo casual para una tarde de agosto. Él era de un mundo completamente ajeno al de ella. La tarde era fría y su rostro era iluminado por aquel rayo de sol que se apagaba tras las montañas. Él con el corazón varado y la ilusión en el pecho. Ella con sus ojos profundos desaparecía toda realidad ajena a ese momento. Él no paraba de verla, analizaba minuciosamente cada detalle para no olvidarla. Ella borraba con su rostro aquella verdad intangible... Él deslizaba lentamente su mano sobre su rostro. Ella permitía que las gotas de lluvia pasaran entre ambos como queriendo aclarar que habrían de esperarse por mas tiempo. Él se acercaba tímidamente con todos sus secretos. Ella se acurrucaba sobre su pecho para escuchar el latido que desde ahora seria suyo. Él bajo la luna le decía cosas que a ella le costaban entender. Ella soñaba una realidad inesperada e inalcanzable para ese entonces. Él no deseaba soltarla porque sabia que no la volvería a tener. Ella solo sonreía mientras que sus pasos la alejaban de ese encuentro que hasta ahora seria inolvidable.
Él regreso cada noche al mismo lugar. Ella volvió a su hogar sin decir nada. A él solo le queda una foto que ve todas las noches. Ella cruzo montañas lagos y valles tan solo para planificar que regresaria el siguiente año. Él la espero diariamente... hora tras horas él cerraba los ojos para tenerla mas cerca mientras que guardaba sobre su alma aquella esperanza que se alimentaba de recuerdos.
Y llego ese día.... Ella regreso pero él ya no estaba. Se había machado con el corazón partido para buscar un futuro en un lugar lejano.
Ella encontró entonces motivos para olvidarlo. Él consiguió tan solo una dirección a la cual mando cartas que por ironía nunca llegaron. Se fueron tan lejos que dejaron de buscarse. Dejaron que el tiempo decidiera el momento y el lugar...
Él solo sabe que esa mañana... Al marcharse ella tambien se llevo su mirada. Él después de dos años sigue buscando el sendero que perdió al dejar su vista en la mujer que amaba.
Ahora es de tarde. Se han cumplido dos años desde entonces. Sigue siendo agosto y él se sienta a observar otro atardecer para honrar su recuerdo. Llueve a los lejos y una brisa fría golpea sus sentidos. Parece entonces que el destino bromeaba al unir a dos personas tan solo para separarlas.
Él nació para amarla y ahora solo tiene aquella despedida... Siempre hay un mañana y para su pesar siguen pasando los días sin volver a encontrarla.
Entonces llega ese momento en el que culmina agosto. Por el horizonte se acerca la neblina que abraza sin pedir permiso. Un frío intenso se va metiendo entre los huesos y susurra soledades. El la extraña inmensamente pero solo se acuesta entre la nada para poder ver el cielo. Su corazón palpita mas allá de lo razonablemente escuchable pero aún así el lo oye. Así que deciste de esperar y se marcha contradiciendo al destino. Se canso de escucharse a si mismo mencionar excusas.
Emprende su regreso tan solo para poder besarla. Ha tardado tanto que su final no tiene asegurado una respuesta.
Han transcurrido mas años y de pronto al voltear la vista la puede reconocer en un abandonado café.
Ahora que es lo que tiene sentido...? Tendría acaso que ser otro encuentro casual...? Tendrían que olvidar lo que no se formaría jamás...?
Mentiría si no hubiera esperado ese momento....
mentiría si afirmara que todo tiene sentido....
Al final que importa.... A quien podría importarle...
lo único justo es que si existió un reencuentro.
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