SOLILOQUIO

Hoy me siento tan solo... si... solo, aunque me rodean incontables personas. Solo es cuestión de dar algunos pasos para encontrar a alguien conocido y conversar con el un momento. Por tonto que parezca no quiero hacerlo. Me encuentro en un pequeño cuarto dentro del hospital. El clima es frió...  suficiente para recordarme que temporalmente así es la vida. En fin... esta canción me acompaño aquellas noches frías y solas en la ciudad capital. Espero que a alguien le pueda servir.....

llueve... tan solo llueve a lo lejos y cada gota que cae y se desliza por mi rostro me recuerda lo lejos que estoy de ella... Mas de 200 kilómetros me separan y cada uno se convierte en horas y días de frustración en donde siento más su ausencia. Es domingo por la tarde y confieso que la extraño mas de lo impensable. Me pierdo buscando quizá su sombra entre mis recientes recuerdos. Confieso que la vi hace poco pero el tiempo transcurre tan lentamente que siento que he envejecido esperándola. Eso haré... esperaré lo que tenga que esperar para encontrarla continuamente aunque tenga que morir y nacer de nuevo. Quizá nuestro encuentro no este predestinado en este momento. Dicen que el destino se escribe mientras se vive pero algo en mi interior me indica que el mismo esta junto a ella.  Escribo su nombre continuamente en las paredes de mi cuarto. Ese mismo cuarto que me ha aprisionado durante tanto tiempo, ahora... me provee de una reconfortable sensación.  Observo silenciosament

Ahora mas que nunca quiero  hablar de ella… Su recuerdo me está ahogando. Quiero saber donde esta, que hace, con quien vive, en que sueña, en que piensa, que siente, porque llora, por quien lo hace, con quien vio la ultima puesta de sol, la ultima luna llena. Quisiera saber por quien suspira ahora, En brazos de quien a quedado profundamente dormido. Ahora, en este momento… quisiera solamente pensar en ella. Han pasado veinte años desde que su mirada desapareció de la mía y aquella promesa que hice  diciendo que tatuaría sus ojos en los míos hasta que mis días acabasen ha muerto. Falleció por el olvido,  se calcinó porque así lo quiso su deseo y el tiempo. Fue hace veinte años. Cuando mis dedos escribían ágilmente  su memoria y las mias. Fue hace veinte años cuando fallecí. La conocí sin saberlo. Era una fecha desconocida de diciembre en la Guatemala de la asunción. El San Juan de Dios fue mi castigo y bendición. La conocí soñando… como imaginar que la amaría estando tan lejos. Te

Estoy enamorado de alguien que encuentro diariamente en mis sueños. La veo y no puedo dejar de observarla y por lo mismo no quiero abandonar mis sueños. He descubierto que es la causante  de mis siestas profundas en clase. Quiero verla despierto y no puedo hacerlo. Son las 3:00 am y aun sigo deambulando con el insomnio tratando de asimilar su ausencia. El frio cada vez en más grande y a la vez su recuerdo es más grato y cálido. Un día voy a salir en su búsqueda. Aun no sé qué rumbo o dirección seguir  pero sé que voy a encontrarla. Tengo un brújula natural… mi corazón está con ella. Es cuestión de sentarme y escuchar en el silencio. Su latido debe ser profundo simplemente porque esta junto al de ella. Tengo que hallarla... Está en el pacto que firme inmediatamente al verla. Ahora hay más frio aún. Son las 3:30 am y aun sigo consciente y se me meten unas ganas inmensas de amarla y el tiempo sigue cortándome el alma Ausencia… tan sencilla palabra pero esta  siembra las bases de m

Escena uno Nunca voy a olvidar sus profundos ojos. La vi lentamente porque por alguna extraña razón pareció que el tiempo confabulo con migo para detenerse y dejar que la observara. Su nombre va más allá de lo que alguna vez podré escribir por lo que lo voy a obviar aunque lo llevo tatuado en mis parpados. La veo todas las noches. Busque incontables veces su rostro en una fotografía que tengo secretamente guardada. Necesito verla de tarde para que guarde mis sueños, ambiciones y anhelos. El tiempo se agota… y cada vez la extraño menos… Escena dos Hoy tontamente la bese. Sus labios encontraban mi tiempo perdido.  La seguía viendo cada noche, cada ausencia solar, cada ciclo lunar, Pero una tarde la perdi de mis recuerdos. Mi consciencia no podría seguir guardando su recuerdo. Mis ansias por verla desaparecían cada instante que pasaba sin poder palpar su rostro. Ayer, deje guardado mi amor en una balsa para que navegara  en el tiempo. Te quiero… fue lo que sus labios pronunciaron

Y si tomo las notas perdidas de mi cuaderno y te hago el poema  jamás escrito Y Si beso tus recuerdos y mis ansias se encargan de transcribir cada sensación en verso Y si ahogo el deseo de verte con la visita que perduró en mis sueños. Que pasaría? -y si no dejo de quererte y llamarte. Y a la inversa…. Si dejara repentinamente de esperarte Que pasaría? Y si tropiezo con tu mirada Y tropieso

diciembre 10 Era una tarde cualquiera de diciembre en la Guatemala de la asunción y decidiò verla para encontrarse a el mismo. Estaba tan lejos de su hogar y tan cerca de su origen. Nacìo en esas tierras un 8 de marzo del 88 allá por pamplona como a eso de las 2:30am. Vivió en esa ciudad hasta cumplir sus 9 años cuando se traslado a quetzaltenango. Ahora ha regresado temporalmente y duerme en un pequeño apartamento a unas cuadras del hospital. Èl la esperó  mientras sus ansias fallecían en un cuarto húmedo y apagado. Habían pasado nueve días desde que partió para verla y habia llegado la hora de conocerla. Su recuerdo mutiló cada segundo que tuvo que esperar en silencio. Sus deseos fueron otros… confusos, ajenos e Inciertos. Cada instante hizo énfasis en hacerlo recordar un rostro que con el tiempo dejo de ser  lejano.