Nota Quejumbrosa
A veces… tan solo a veces me hacen falta ganas para seguir leyendo, escuchando, viendo y sobre todo sintiendo lo que pasa a mí alrededor. Le llaman vida… si, esta vida titulada “chapina” que día tras día se sobrelleva entre personas que… al igual que uno, tratamos de sobrevivir. ¿Quejas…? creo que todos estamos cansados de personas que critican y lo menos que esperamos es leer a alguien que de vez en cuando se hecha al lomo el título de soñador ideológico. No pretendo en lo absoluto parecer eso porque bien sé que estoy distante de poseerlo y cada vez me vuelvo parte del problema. Cuanto no deseara escribir un párrafo optimista, inspirador, llevadero, con ideas soñadas en un mundo benévolo sin tabús ni prejuicios. Pero ¿Cómo hacerlo…? Si solo basta con abrir los ojos para sentir no solo empatía por el sufrimiento y penas ajenas, sino además, no ser capaz de olvidar lo que cotidianamente se ignora. Creo que la pena más grande radica en no hacer nada para mitigar o aliviar estos vejáme