El delito de recordar

Febrero 6

Restan solo 8 dias, solamente 192 horas y aun no sabe que decirle, Ayer la vió tan seria como de costumbre y recordó su primer encuentro con ella. Pasaban 2 horas de un mediodía que no recordaba del todo aunque ese instante marcaria su vida. Se encontraba en el tercer nivel del modulo D. La clase era pequeña y el solo podía esperar a que iniciaran las mismas.

Por alguna razón que nunca comprendió sintió la necesidad de observar la puerta que conducía al pasillo principal y entonces fue ahí cuando vio los ojos que jamás olvidaría.

Han pasado 5 años desde entonces, varios sucesos han transcurrido a lo largo de tantos días. Hubieron percances en su encuentro. Se conocieron cuando aún no debían hacerlo y por lo mismo tuvieron que separarse para darse cuenta que se necesitaban más de lo que creían

Ayer no podía dejar de verla aunque disimulaba al hacerlo. Observaba su mano e imaginaba que esta palpaba su rostro. Pensó que esa sería la forma apropiada de sentirla cerca.

Durante los años que no la vio guardo su recuerdo porque era lo único que la mantenía viva. El no estuvo dispuesto a olvidarla y no lo hizo a pesar de todas las circunstancias que atravesó durante su ausencia.

Al parecer la historia ahora es diferente. La halló solo para dejarla, o más bien, ambos se dejaron.

Es 14 de febrero de cualquier año en la década de decadencia pero eso no importa. Lo único reconocible y coherente es el hecho de saber que lleva 3 días sin verla. Su mirada franca y seria ha separado la realidad que algún día idealizó. Solo busca una simple forma de verla pero no encontrarla, sentirla cerca sin estar a su lado, amarla sin que ella se entere porque de otra forma lo dejaría.

Ahora solo puede pensar en la carga que lleva en el pecho. Todo continua igual, espera por ella como hace mucho lo hizo. El sabe que no la ama por eso prefiere callar. Su ausencia es un delito; un pecado la nostalgia que lo acompaña, lleva en su mano un ramo que cargara de viejo porque algún día sus anhelos llegaran hasta donde ella se encuentra.

Su oficio se resume en recordarla todo el tiempo que sea posible.