Amanecí con ella

Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com

Amanecí con ella una y otra vez sin darme cuenta.

Amanecí con ella porque no podía estar solo pero tampoco a su lado. Un café, una sonrisa, algunas palabras, combinación perfecta para una charla indiscreta y un beso apresurado. Irónicamente todo resultó y su nombre quedo clavado en mi pared.  

Una lagrima que se deslizaba dos años después en dos rostros que no se querían ver.  Dos miradas, dos ideas contrarias, un largo trayecto, una larga distancia pero un mismo final predestinado.

Llueve, cada gota cae tan cerca una de la otra que reflejan los días que no volvieron y quedaron grabados en actos que no se podían resolver. Sigue nublado allá afuera donde la realidad se incrusta en el pecho y no me permite perdonar sabiendo que se va.

Una tarde en donde ya no queda más por hacer. Un recuerdo apagado por la noche que se acerca y yo...  me preparo para volverla a ver. Si fuera tan simple sacarse el alma yo la volvería a querer.

Me acosté con su recuerdo porque nunca me quiso olvidar pero desperté con su ausencia porque nunca te quise dejar de amar ...



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