aprender a servir...

Fuente: genesisdelsoliloquio.blogspot.com

Ahora... es el momento idóneo para encontrarme a mi mismo. Viaje mucho en un lapso de tiempo corto. Visité montañas pueblos y ciudades. Dormí poco y trabajé enormemente. Gané dinero y terminé distrayendo mi razón de los problemas que me agobiaban.  Amé, me perdí y la perdí a ella al mismo tiempo... Como es eso..? simple. Un corazón fatalista lleno de problemas dolor y depresión.

Debo confesar que para finales del año anterior tuve que recibir tratamiento psicológico por inestabilidad emocional o por tendencia fracasada de deshonra, Tenia un pasado que me agobiaba aunque tan solo era parte de un recuerdo. Que tonto no...? sufrir por algo que pasó....

No estoy de acuerdo con olvidar lo sucedido sino más bien aprender de la situación para no repetirla. Nunca olvidar... fue una sentencia que grabé claramente. Eso si... aprendí a perdonarme a mi mismo por ser incapaz de ser feliz.

Este año me propuse una sola meta en general. Ser feliz costara lo que costara.

Fue así como emprendí proyectos que para muchos son una gran perdida de tiempo. Decidí aprender aun más. El conocimiento me abrió muchas puertas así que en ello me enfoqué. Antes de relatar lo que hice, trato de hacer y llegaré a hacer debo describir algo... he estado recordando algo esencial. Una pregunta que deje guardada bajo mi cama hace 7 años.

Por qué estudié medicina...?

Eran las 8:30 am de un día de febrero del 2006 cuando en el laboratorio de biología me cuestionaron sobre ese asunto. No supe explicarlo pero en el fondo sabía que sobre toda las cosas era lo que amaría y no estaba equivocado. Mis recientes experiencias laborales me lo repiten constantemente.  A mis 17 años, mis preguntas sobre la razón de vivir llegaron a su punto de éxtasis. El dolor se apoderó de mi, al grado de sentir que cada aliento era el último que podía dar. Las situaciones no solo se quedaron ahí... La tendencia suicida y la muerte como tal, rondaron mi cabeza por más de una ocasión.

Entonces nació en mi la idea de servir como un medio para ser feliz. Fue al azar..? no lo creo. Para septiembre del 2005 estuve como voluntario en la cruz roja guatemalteca delegación Quetzaltenango y fue ahí donde sucedió algo trascendente que marcaría mi vida. Ese momento exacto. 10:30 pm en el campo de cefemerq cuando me llaman para auxiliar a alguien. Yo.. un completo pesimista sin más conocimientos médicos que los que había logrado leer en un libro de texto para primaria, me encaminé con una silla tipo camilla con ruedas hacia el lugar. Nunca me explicaron que había pasado. Mi trayecto de 20 minutos concluyó en un sitio donde se encontraba una anciana tirada, mojada por los grande charcos que se habían formado por las recientes lluvias con su esposo a su lado.  La escena no podía ser más cruel. Me ayudaron a subir a la señora a la camilla y en el proceso me llene del lodo que tenia en la ropa. Empece el largo trayecto hacia el campamento de la cruz roja mientras iba preguntándome que estaba haciendo en ese lugar, cansado por el largo trayecto y cargando la camilla, mi orgullo y vanidad no dejaban de reprocharme el echo de imaginarme en otra situación. Tenia los brazos tan adoloridos que no paraban de temblar. (era tan débil y delgado que no podía esperarse menos). Al finalizar... la fatiga no me permitió estar más que molesto por esa situación. De pronto surgió un agradecimiento que no he vuelto a ver. La viejita mi vio fijamente y me dijo "gracias jovencito". Ese gracias llegaría a marcar mi vida en estos últimos siete años. Ese gracias permitió que tuviera la determinación para pasar todos los obstáculos durante los largos años de estudio. Ese gracias simplemente me permitió ser feliz. Había encontrado la razón de existir.   Siento tanta pena de las ideas que tuve pero debo ser sincero y confesar que fui lo que no debo llegar a ser.






 

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