Otra Realidad


Afuera llueve, y veo como mi rostro se va dibujando entre las siluetas que deja una lámpara sobre la ventana, pero más allá de eso solo esta un horizonte que se estrecha entre la ausencia de las montañas que alguna vez tuve la oportunidad de ver

Y de pronto pienso que todo esto es un sueño, pero soñé que mi realidad no era más que una idea, y que esa idea la olvidaba al cerrar lentamente los ojos. pero al final mis ojos solo eran una puerta para poder dormir y con ello soñar de nuevo.

Fue entonces que decidí dormir para poder vivr como se debe. Con gente que realmente es gente porque vive día a día sonriéndole a la vida

Y pensé que estas personas no existían cuando de pronto me encontré con ella. Distraída todo el tiempo porque hacía lo que sentía y eso necesariamente la hacia feliz. Es más... No sólo lo sentía sino más bien lo amaba. Dedicaba su tiempo en resumen a hacer las cosas de la única manera que se puede... (Perfectamente) y eso indirectamente me daba esperanza. La conocí un día desconocido, en una fecha inolvidable y la ame desde entonces. Pasaron meses hasta que pude confesarlo pero por ironía de un destino clásico, ella ya se había marchado. La busque imparablemente en el único lugar real en donde había dejado pistas de su paradero... (mis recuerdos). Pero no la halle. Viví pensando en ella y como podría seguir queriéndola aún con la distancia. En realidad no fue necesario... Había nacido para amarla y encontrarla sólo fue cuestión de tiempo.

Dejar de quererla... ? Cómo podría si necesariamente vivía tan sólo para hacer eso. Años después, mientras me perdía entre la cotidianidad de un café, vi como sus ojos se acercaban e iluminaban ese claroscuro de los atardeceres de Marzo. Tenía el rostro iluminado de alegría. Estaba mejor que nunca y yo... Juro que no hay palabra o descripción terrenal que pueda usar para expresar lo que mi alma gritaba dentro de un corazón que sólo quería saltar del pecho.

Delineamos cada día un trazo diferente hasta que yo tuve que marcharme por su bien. La quise tanto y ella a mi, que nunca pudo tomar la decisión de irse para continuar viajando y viviendo libremente, como lo había hecho antes que yo llegara. Sabía que vivía feliz conmigo pero algo dentro de ella estaba muriendo. Los años que vivimos juntos fueron un círculo vicioso en los que me embriagaba de su cariño sin darme cuenta que la rutina la estaba matando. Partí un día sin despedirme con en alma en los labios y el corazón en la mano... Ella entonces se marcho y regreso un año después a aquel café que yo seguía frecuentando desde que nos habiamos conocido como haciéndole tributo a ese lugar que fue testigo de ese insólito encuentro. Se acercó y me beso sin mediar palabra... Yo permanecía paralizado mientras que ella se sentaba y pedia un café. No dejaba de mirarla porque ella tampoco dejaba de hacerlo. El tiempo había pasado pero ninguno de los dos lo percibíamos. La quería aún más que cuando se fue... Pero ella regreso tan sólo para dibujarme otra realidad...


Seguirá

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