Encontrarte





Y si nuestro encuentro no fue casual... Si hubiera decidido ir allá voluntariamente para encontrarla sin que ella o yo lo supiéramos. Si hubiera una bitácora que delinea cada minuto aún no transcurrido escrita bajo nuestros sueños. Si deducir o experimentar la casualidad de nuestro encuentro fuera más un acto de causalidad para encontrar lo que aún no estoy buscando. Si esa búsqueda futura culminara en la conclusión de que la necesito como me necesito a mi.... A mi terca voluntad de ser yo, sin paradigmas ni excusas. A mi incansable búsqueda de la verdad de vivir plenamente, A mi ironía por soñar en una libertad paradójica a la que tengo.... Porque en términos generales mi aferración  a lo que ella representa me hace libre. Sus imágenes son las mías vistos desde otros ojos, que no por ajenos dejan de ser nuestros. Su marcha se hace la mía en lugares distintos, tras fronteras deducibles en decisiones más que en distancias relativas. Mis cicatrices banales se ocultan tras la distancia que me separa de su entorno, de su forma de ser y existir, de su peculiar forma de de ver y sonreír, de su arraigada forma de ser feliz. Aún así... Sigo distanciado relativamente por ideas y me encuentro cada noche con su peculiar sonrisa, esa que se dibuja tras cálidos atardeceres y queda eternizada bajo la silueta del cuarto creciente. Ahora solo me separan una horas para observar como se aleja talvez para siempre. Con el regalo de apreciar su yo naturalmente atractivo y escuchar las palabras que se tatuarán en el horizonte. 

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