Abril de 2005

17/02/2008 05:54 AM

Aunque nunca en mi vida hubiese imaginado escribir una carta para usted, no se imaginas lo difícil que es redactarla en estas circunstancias, me lastima mucho hacerlo ya que como bien sabe, “la quiero” y solo el hecho de pensar que no podré hablar con usted como lo hacia antes, me llena de nostalgia y melancolía por no poder hacer algo…. Algo que de alguna manera la hiciera feliz. Por lo tanto, de ninguna forma me gustaría imaginar que leer esto, le produzca dolor, puede que los suspiros invadan los plasmados recuerdos, que aunque marchitos, tocan tanto como el llanto al alma.



Nunca en mi vida imagine que me encontraría escribiendo esta carta a la 11:30 de la noche, pero las palabras queman la sombra de la vida (si de esta forma se le quiere llamar al terrenal y majestuoso acto de volar en el sueño, que en si es la breve conciencia que nos separa de la tristeza que poco a poco invade el camino de la vida). Bien sabe que preferiría dejar de existir antes de verla agónica de sufrimiento, pero aún tengo esperanza, que es el único evento en el que toda persona sigue creyendo en el bienestar ante los peores acontecimientos, esa esperanza que me trata de afirmar que estamos vivos para esperar el momento adecuado en el que la felicidad toque el corazón y nos permita conocer esta, y por lo menos retenerla el tiempo suficiente para que la conozcamos y vivamos esperando el elocuente soplo del idilio que es la representación propia de lo divino.



Reconozco que fue la primera y la única persona que en realidad amé, me enseñó a esperar el mañana con positivismo, no sabe cuan agradecido estoy por haber hecho que conociera ese sentimiento, que para mi, es la única imagen ideológica que nos representa, y como tal es y será la razón de esta vida, que como bien conocemos perfectamente los dos esta llena de soledades desbordantes que abrazan penas, tragedias y mas desgracias. Quisiera de alguna forma traer al momento (no antes disculparme porque se que la puede molestar) hechos que pasaron y que comúnmente son nombrados recuerdos, esos que al pensar en ellos desentierran melancólicas desolaciones, abrazan caminos destrozados que se muestran como un presente calcinado, enterrado en lo profundo del beso del alma para no causar perdidas de conciencia en esta desnuda realidad que ahoga la caridad del tiempo, que aunque incierto parece que se detiene en los momentos de sufrimiento. Pienso día a día los momentos que pasamos juntos, en los pocos momentos en los que estuve a su lado, porque realmente el lapso que compartimos fue muy corto pero inmensamente grato, tanto que considero que fueron los mejores que he pasado en esta envejecida y perdida vida.



Siempre le hable de lo inmaculado que era el amor que sentía por usted. Rogué tantas veces en un futuro como el que vivía, soñaba que perduraría para siempre y no acabaría por el resto de mis días aunque pesara tanto la simple razón de saber que no. Hasta ahora no comprendo y no entiendo como se fue muriendo poco a poco el amor que yo sentía, después de haber jurado que ese amor no acabaría jamás. Para los dos lo que pasamos nos ayudo de mucho, usted me hizo comprender la grandeza de esta vida, que puede estar arrugada por rutinas y problemas, que pueden representar tragos insípidos de tragedias, Por lo anterior… no he encontrado alguna forma de recompensar lo que hizo por mi, solo puedo decirle ¡¡¡Gracias!!! Gracias por ayudarme, escucharme y aunque por un tiempo corto…. ¡¡amarme!! (si se le puede llamar así).



Por todo lo anterior… no es extraño, ni ilógico que me haya lastimado el hecho de saber que se alejaría de mí, En lo absoluto, ni siquiera con mis ideas tontas me hubiese idealizado fronteras como esta, que me llevarían a la cruda pero creciente realidad de despedirme. En este momento ya casi llegando a la 1:00 de la madrugada no se que mencionar, tengo tantas cosas por decir, pero siento el alma cansada, agotada por los desdenes del tormento, me gustaría conmover el cielo para arrebatarle palabras pacientes que me dejaran encontrar conciencia y bondad en ellas, invadir su corazón latente para redactar la mejor de las verdades, robarle el alma a estas palabras para expresarle cuanto siento lo que siente.



Solo me resta pedirte algunos favores: nunca me olvide porque sabe que yo nunca la olvidaré, ore o rece por mis sueños porque es lo único real que tengo, recuérdeme como alguien que la amó, piense en lo que yo pienso y trate de comprender el por qué?, no me odie por ell,o ni me aborrezca porque de alguna forma es lo único que me ha enseñado esta vida en el recorrido del terco tiempo. Camino hacia el sueño en donde suspiro por alguien que sin saberlo me espera, trato de pensar en el delirio de lo eterno, entre nociones perdidas y lagrimas dormidas.

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