Para hacer honor!!!!!!!!!!!!

15/02/2008 04:08 AM

El calendario marcaba 13 de febrero de 2008, eran aproximadamente las 14 horas con 5 minutos cuando recibí mi primera clase de microbiología con el Dr. Hugo de León. El tema… relativamente simple pero muy importante: “bioseguridad”. Los minutos transcurrían tranquilamente dentro de la impaciencia de muchos compañeros por querer salir ya que el cansancio es rutinario y agobiante en la última clase. El sarcasmo es algo típico dentro de los doctores del tercer año. Dividió su clase en tres partes: “la primera, la segundo y la tercera”

Escuchaba tranquilamente su relato y a la vez regaño (necesario para adquirir consciencia de estudio…. Eso según los docentes). Cuando el ánimo de permanecer sentado se dirigía a una actitud no bien aceptada, el solicitó un poco más de tiempo…. Con un tono de voz sereno y tranquilo menciono a su hija - una estudiante de medicina que al igual que los demás se esmeraba por culminar su carrera – en lo particular no había tenido el agrado de conocerla. Él la describió como una persona ordinaria, llena de muchas aspiraciones, consciente de que esta carrera tiene muy bien merecida la fama de dificultad.

Había algo en particular en esta chica…. No era la primera vez que escuchaba de ella, recuerdo que para finales del año que paso, se hizo una campaña de solidaridad pero nunca me entere de los detalles de tal campaña.

Su relato…. Es el que humildemente voy a tratar de relatar.

¡Mi hija…..! ¡comento!, mientras nos observaba con un rostro de orgullo. Es una estudiante de medicina que al igual que ustedes se ha sacrificado mucho estudiando, pude observar en varias ocasiones que aunque ella se dedicaba en gran medida, sus notas decían lo contrario. Un día que no era para nada fuera de lo común, ella se quejó de un dolor fuerte en la región pélvica abdominal. La llevamos con una colega para que la examinara de una mejor manera, ella nos refirió hacer exámenes de gabinete. Tardamos mucho tiempo esperando los resultados de la resonancia magnética y eso me alarmó. Me preguntaba ¿Por qué tanto tiempo? Salió el radiólogo e ingreso el técnico, la impaciencia me llenaba de angustia. Pasó el tiempo y nos llamaron para el diagnóstico. Tenía necrosis en la mayor parte del abdomen.

Escuchaba muy atentamente las palabras del Dr. Hugo. Agregaré que dentro de todo su relato no dejaba de enorgullecerse de ser docente de esta tricentenaria universidad, privilegiada por los mejores médicos quetzaltecos.

¡Continuó….! al día siguiente le dije a mi hija que viajábamos para la ciudad capital y ella respondió ¡pero papá! ¿y mis estudios….? Le dije que su salud era más importante, que después verían como solucionaban lo demás. Al llegar al centro médico pasamos por la primera clínica e hicieron la anamnesis ó en términos comunes… el interrogatorio respectivo. En ese momento nos pudimos percatar que el cáncer había tenido presencia tanto en mis familiares como en los familiares de mi esposa. Había que realizar un ultrasonido de inmediato pero el centro no se daba abasto. Me llevaron con el director y él llamó al radiólogo. Pude percatarme que el radiólogo al inicio puso peros por el excesivo trabajo que tenia, pero luego de que el director del centro asistencial se lo solicito de nuevo él accedió. Al llegar a el cuarto de radiología fue sorprendente ver que ese Dr. de tanto prestigio tenia inmensidad de trabajo aún sin culminar, mientras que hablaba por dos teléfonos al mismo tiempo. Pasado el tiempo se desocupo y atendió a mi hija.

El ultrasonido era muy sofisticado, podía visualizarse en él imágenes en 4 dimensiones. Por primera vez pude observar claramente como esa masa de células neoplásicas habían tomado el hígado de mi hija. Después de los exámenes, varios oncólogos de gran reputación se reunieron para ver el caso. Al terminar.... el mayor de ellos, con una experiencia de no menos de 20 años se acerco, ninguno de todos me miraba cuando esto sucedía…. El diagnóstico de mi hija era “Cáncer de hígado con metástasis en todos los órganos circunvecinos” y su tratamiento fueron las siglas “F.T.O.” FUERA DE TRATAMIENTO ONCOLOGICO

Marco una pausa con su relato y de nuevo siguió….. ¡A ella! ¡A mi hija! Le pronosticaron tres meses de vida.... llevamos hasta el momento cuatro

Su voz se quebraba lentamente paralizando el tiempo. La angustia que presentaba su rostro era irreconocible. El dolor era cruelmente palpable con cada sílaba que mencionaba. “Tengo Esperanza” fue lo que dijo…. Mientras que el poco aire que entraba a la clase se encargaba de secar la humedad de su rostro.

Esa frase toco profundamente el alma. El silencio invadió a cada uno de los presentes, no se escuchaba algún murmullo, no había favores, ni argumentos, ni palabras para apaciguar la crueldad de esta realidad.

Los médicos no somos Dios, no tenemos secretos, ni magia. No somos capaces de hacer milagros.

El concluyó diciendo que lo que lo alentaba, era saber que aunque no se diera cuenta, habían muchos solidarizados con su causa, que uno de esos días lo había abordado un compañero ofreciéndole rezar por su hija. ¡Solo Dios jóvenes, solo Dios!

¡Jóvenes….! Yo no les cuento esto para que sientan lástima o sean condescendientes con migo, se los cuento para que valoren lo que tienen, para que estudien como nunca lo han hecho, para que tomen consciencia de los actos que cometen, ¡son tan afortunados y no se han dado cuenta! Estudien…. Estudien mucho….

Tomo sus cosas y salió del salón….

Me quede inmóvil por mucho tiempo. Salí de ese edificio sin decir una palabra mientras que millones de ideas gritaban de impotencia.

Humildemente realicé este pequeño relato para hacer honor al Dr. Hugo De León y a su hija.

Dios ampare y cuide de todos

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